Querida familia Parroquial, ¡Feliz tiempo de Adviento!

El Adviento es un tiempo que nos regala la Iglesia para preparar nuestro corazón. Pero…prepararlo ¿para qué?

En la Iglesia en Jerusalén, El Adviento era un tiempo que dedicaba a recordar que el mundo va a terminar y que tengo que poner en orden mi vida para estar preparado para el encuentro con Cristo, como si viniese mañana, o esta tarde.

Los antiguos cristianos decían en estos momentos “Maranatha”, “Ven, Señor Jesús”, y se nos invita en este tiempo a decirlo de corazón, no como una unas Palabras vacías que pronunciamos en cada Santa Eucaristía, si no con una verdadera convicción y deseo.

Pero para ello necesitamos un corazón puro y noble que hemos de pulir, ayudados por la gracia de Dios, poniendo en nuestro día a día y quehaceres a Dios como nuestro único Rey y centro de nuestra vida. ¿Lo deseamos así ardientemente? ¿O vivimos con miedo la venida de Jesús al final de los tiempos?

Y ¿Cuáles son las cuatro venidas de Cristo que se nos habla en Teología?

  1. La primera es la Encarnación. 

Dios Hijo toma carne en la Virgen María, va ligado a la celebración de Navidad, el nacimiento de Jesucristo en Belén hace unos 2.000 años

  1. La venida sacramental de Cristo en cada Eucaristía

“Jesús viene en cada Eucaristía de cada iglesia, también en Adviento”, aunque puede que los católicos no valoremos esta presencia real de Cristo, precisamente por su aparente cotidianeidad. Cada misa es nuestro trocito de cielo en la Tierra.

  1. Jesús vendrá al final de los tiempos, en gloria y poder

Cristo vendrá en gloria y poder y el mundo será transformado. Así nos lo recuerdan las lecturas y la liturgia las tres primeras semanas de Adviento, ya que históricamente, como hemos comentado, este tiempo penitencial no era una preparación a la Navidad, sino a la segunda venida de Cristo

  1. Jesús viene en cada Navidad

Cada Navidad actualiza y renueva el misterio del Nacimiento de Cristo. Para prepararnos, podemos orar contemplando el Nacimiento, en las Sagradas Escrituras o con una buena lectura Espiritual que nos haga contemplar el Nacimiento de Nuestro Salvador desde el corazón.

Por ello os hemos querido traer dos lecturas para este Adviento o Navidad: