• La práctica de solicitar una misa que se ofrecerá por sus seres queridos, vivos o muertos, forma parte de la hermosa y maravillosa tradición católica. Con esa intención no sólo se recuerda a la persona por quien se ofrece sino que también se ofrece la oración y el sacrificio de la Eucaristía para que los difuntos alcancen la vida eterna y los vivos sean bendecidos por los frutos de la redención de Cristo. Se recuerda y se reza por alguien que ha muerto recientemente o hace muchos años. Pero las intenciones no tienen que ser sólo para los muertos. También pueden beneficiarse de ella los vivos en todo tipo de ocasiones: cumpleaños, aniversario, en acción de gracias por una respuesta a la oración, etc, y también puede ofrecerse por alguien que está luchando con una enfermedad grave u otro trauma y desea que el Señor les ayude y fortalezca en su necesidad.
  • Se pueden solicitar en horario de despacho parroquial (20:30 h.) para que sean apuntadas en la agenda pastoral por los sacerdotes o religiosas.
  • La Eucaristía tiene un valor infinito que no puede limitarse a algo material o económico. No obstante si, como muestra de agradecimiento, desea colaborar con las necesidades de la Parroquia puede depositar su donativo en el buzón que se encuentra en el Templo parroquial.