Louis de Wohl, es el autor de nuestra siguiente novela. Astrólogo, escritor y guionista, reconocido como uno de los autores más importantes de novela histórica en el siglo XX.

Nació en 1903 en Alemania. Vivió allí hasta 1935, y es con la llegada de Hitler al poder, decide viajar a Inglaterra y empezar una vida nueva.

Allí empezó de cero, aprendiendo el idioma y haciéndose un hueco como escritor, pero estalló la Segunda Guerra Mundial y se ofreció voluntario a participar, llegando a ser Capitán de la Armada Británica, en el departamento de psicología.

Sus primeras novelas eran historias de aventuras y de suspense.  Fue durante la guerra y al borde de la muerte cada día, donde se interrogaba a sí mismo, que estaba escribiendo. Así que decidió escribir para servir a Dios y escribir novelas históricas donde las heroínas y héroes fueran los santos. Personas como cada uno de nosotros, que querían alcanzar la santidad.

Como bien sabemos cada 14 de septiembre se celebra la Exaltación de la Santa Cruz, día en que recordamos y honramos la cruz en la que murió nuestro Señor Jesucristo.

De acuerdo a la tradición, en el siglo IV, la emperatriz Santa Elena -madre de Constantino- encontró en Jerusalén el madero en el que murió el Hijo de Dios. La reliquia permanecería en la ciudad hasta que, hacia el año 614, sería sustraída por los persas en calidad de trofeo de guerra. Años más tarde, el emperador Heraclio la rescató y, así, el madero pudo retornar a la Ciudad Santa el 14 de septiembre de 628.

Luis de Wohl escribe en esta novela la fascinante historia de Santa Elena y de su hijo Constantino, dándonos un paseo por el difícil mundo de los primeros cristianos y en donde se deja ver como los planes de Dios superan con creces cualquiera de nuestras expectativas.

Preciosa novela ágil, histórica y que nos remonta a los orígenes de la expansión del cristianismo.