El camino de preparación al matrimonio se dirige también a lo esencial: la Biblia: redescubrir juntos, en forma consciente, la oración en su dimensión litúrgica; pero también en aquella “oración doméstica”, para vivir en familia, la vida sacramental, la Confesión, y los prepara para recibirse verdaderamente el uno al otro “con la gracia de Cristo”; y la fraternidad con los pobres, con los necesitados, que nos provocan la sobriedad y el compartir. Los novios que se comprometen en esto crecen los dos y todo ello lleva a preparar una linda celebración del Matrimonio en forma distinta, ¡no mundano sino en modo cristiano!
(Audiencia del Papa Francisco).